3. Programa de la Materia

El Programa del Seminario de Temas Selectos de Historia de la Pedagogía
y la Educación I, incluye cuatro temas de estudio.

En el tema I, “El estudio de los adolescentes y su desarrollo. El caso de la obra de G. Stanley Hall”, se analizan las aportaciones educativas de Granville Stanley Hall, psicólogo norteamericano pionero en el estudio de las características de la etapa adolescente. La obra de este pensador representa una contribución importante en la configuración de un método sistemático respecto al estudio de los niños en edad escolar, así como para la constitución de la psicología educacional de finales del siglo XIX y principios del XX.



El estudio de las aportaciones de Stanley Hall tiene como propósitos que los estudiantes de la licenciatura identifiquen la obra de uno de los pensadores modernos en el proceso de conformación de la idea actual de la adolescencia y que reflexionen acerca de la importancia de su trabajo intelectual en un momento histórico en el que Estados Unidos empezaba a considerarse como una nación vigorosa. Las investigaciones realizadas por Hall permitirán a los estudiantes identificar los métodos utilizados en la época para el conocimiento de los niños y los adolescentes, así como la vigencia del planteamiento que hiciera este pensador acerca de “adaptar la escuela al niño”, en coincidencia con las conclusiones del Comité de los Diez, (que se estudió en el primer curso del Seminario de Temas…) en el sentido de preparar a los alumnos para la vida.



Con el estudio del tema II, “Reorganización de las escuelas para adolescentes. La educación secundaria en Inglaterra en el periodo de entre guerras”, los alumnos normalistas tendrán la oportunidad de conocer la propuesta inglesa de ofrecer la escuela secundaria a todos los adolescentes, que surge y se desarrolla con el impulso y la exigencia de la sociedad durante la primera mitad del siglo XX: todo adolescente hasta los 14 o 15 años de edad está obligado a estudiar en escuelas que le ofrezcan oportunidades formativas similares. Podrán comprender también cómo la meta educativa nacional de formar a los adolescentes ingleses conjugó las aspiraciones sociales de la época, fue influida por la situación política nacional y mundial y requirió de una activa intervención gubernamental. La reorganización de la educación secundaria generó debates y propuestas que, al tiempo que buscaban un nuevo significado para la preparación de los jóvenes sostuvieran la continuidad de un proceso que abarcó varias décadas. Esta propuesta (línea de política educativa) respondió a las concepciones educativas sociales (en las que se combinaban la tradición y la innovación, así como las aspiraciones democráticas) y se pudo lograr gracias al valor que los ingleses confirieron a la educación de los adolescentes.



El tema constituye un espacio para establecer comparaciones con el desarrollo de la educación secundaria en nuestro país y con el valor que damos a la educación de los adolescentes. También se presenta como oportunidad para reflexionar sobre la participación social, quiénes son los diversos actores que participan en el logro de metas educativas y cuál es el tiempo que se requiere para actuar sostenidamente y alcanzar dicha finalidad.



A partir del tema III, “La crítica a la escuela. El radicalismo estadounidense en la década de 1960”, se propone el análisis de una de las más importantes corrientes de la crítica a la escuela, que se desarrolla en los Estados Unidos de América, a la que se puede denominar “reformismo radical”.



A diferencia de otras tendencias críticas de esa época, la corriente aquí analizada no considera que la institución escolar sea por naturaleza dañina y destructiva para las potencialidades humanas de sus alumnos; lo que denuncia son las deformaciones y la pérdida del sentido liberador del conocimiento. Por esa razón, y a pesar de que sus críticas son con frecuencia violentas en su lenguaje y terminantes en sus juicios, esta corriente deja abierta la posibilidad de comparar la década analizada con el presente y abre la puerta para una reforma profunda de la escuela.



Con el tema IV, “¿Qué educación para los jóvenes adolescentes? El debate contemporáneo sobre la educación secundaria”, concluye el seminario, por lo que mediante su estudio se espera que los normalistas puedan retomar diversos conocimientos que han adquirido en ésta y otras asignaturas de la licenciatura respecto al funcionamiento de las escuelas secundarias, la historia de su creación y expansión y los aspectos que caracterizan a los adolescentes de ahora. Se espera, también, que analicen el tema a partir de la experiencia obtenida durante la observación y la práctica docente realizadas en la escuela secundaria.



Este tema tiene como propósito central que los futuros maestros reflexionen ampliamente en torno a la educación que debemos ofrecer a los adolescentes, que sean partícipes del debate mundial que cuestiona a la escuela secundaria, que se actualicen permanentemente en el debate y obtengan un conocimiento sobre qué hacer en la escuela secundaria y cómo llegar a ser maestros de adolescentes en las condiciones actuales.



Tema I. El estudio de los adolescentes y su desarrollo. El caso de la obra de G. Stanley Hall.



El estudio de este tema ofrece a los estudiantes la oportunidad de acercarse a uno de los pensadores que aportaron ideas relevantes en su época para la conceptualización y el reconocimiento de lo que ahora es ampliamente conocido como adolescencia. Hall fue el primero en describir, con la minuciosidad y el detalle de un hombre por naturaleza observador y científico, una variedad de temas en relación con el desarrollo sexual, social, intelectual y emocional de los adolescentes.



La teoría de Darwin sobre la evolución de las especies llegó a Estados Unidos de América como semilla en tierra fértil. Hall adoptó la noción de recapitulación tomada del naturalismo y la aplicó al estudio de la mente. Sostenía que la evolución individual de las personas repetía el desarrollo de la especie y, específicamente, hacía una analogía entre el periodo de la adolescencia y el abandono del estadio salvaje de la humanidad en su paso hacia la civilización, como una experiencia universal.



La obra de Stanley Hall, en su conjunto, constituye el inicio de la psicología pedagógica en Estados Unidos. El estudio de sus aportaciones a la psicología y a la educación permitirá a los estudiantes normalistas comprender el origen de una nueva forma de ver a los jóvenes, al analizar las características de esa etapa de la vida. La revisión de las ideas de Hall acerca de las “tensiones y conflictos” que enfrentan los adolescentes, permitirá que los futuros profesores reflexionen sobre la educación secundaria y los retos que implica educar a estudiantes que atraviesan por ese periodo.



La profundidad de los cambios sociales que acompañaron el paso del siglo XIX al siglo XX en Estados Unidos se vieron reflejados en diversos aspectos de la vida social. Stanley Hall fue un pensador inquieto y atrevido que supo consolidar, en una sociedad que salía de una grave crisis económica y social, el interés y la confianza en la formación de los jóvenes de la época.



La trascendencia de su obra se explica en la medida en que se profundiza en las condiciones y dificultades sociales por las que atravesaba Estados Unidos a finales del siglo XIX. Hacia 1890 la mayor parte de la población estadounidense se sumía en la insalubridad y la pobreza que determinaban la calidad de vida de las grandes ciudades. En esas condiciones se gesta una nueva nación y la era del progreso empieza a aparecer; el país establece sus fronteras y surge un nuevo estilo de vida gracias al avance de la ciencia y a los grandes descubrimientos.



Hacia finales del siglo XIX se inicia la expansión de las escuelas secundarias en Estados Unidos y se dan grandes cambios en ellas. El número de estudiantes inscritos comienza a crecer y este proceso continúa durante los años siguientes. La especialización en el trabajo, el surgimiento de una labor más compleja derivada de la industrialización y las necesidades de capacitación crearon las condiciones para percibir e identificar una etapa intermedia de la vida entre la infancia y la edad adulta, que coincidía con la transformación corporal y biológica de los individuos en ese periodo de edad.



El estudio de la adolescencia, como fenómeno y como concepto científico, se instaura apenas en 1904 con Stanley Hall, norteamericano nacido en 1846 al occidente de Massachussets, quien jugó un papel fundamental en el estudio del desarrollo del niño y de la psicología del adolescente.



Las técnicas de la ciencia, que consistían en los trabajos experimentales de laboratorio y en la aplicación de encuestas para recoger datos estadísticos, se hicieron extensivos a la “educación científica” de Estados Unidos, gracias al entusiasmo y liderazgo de Stanley Hall. La investigación sistemática realizada con niños de edad escolar, lo llevaron a plantear la necesidad de utilizar los resultados de sus reflexiones para mejorar la educación; es decir, para que las escuelas enseñaran mejor a los niños y a los jóvenes.



Las ideas de Rousseau, Darwin y Freud influyeron en Hall y le permitieron estudiar cómo es el niño, las etapas del desarrollo de la mente, los aspectos irracionales y hereditarios del comportamiento, y lo llevaron a plantear la necesidad de una educación natural. Elaboró, además, un método para analizar “la naturaleza y necesidades del niño en desarrollo” a través de cuestionarios.



Stanley Hall amplió sus investigaciones sobre el adolescente y en 1904 publicó su obra monumental Adolescence, en dos volúmenes, con la cual da inicio al interés por el estudio de esta etapa tanto entre psicólogos como entre educadores. Hall definió a la adolescencia como una etapa identificada por tormentas y tensiones que caracterizan el conflicto por el que pasan los individuos en la búsqueda del papel que asumirán en la sociedad al convertirse en adultos, comparándola con el Sturm und Drang1 característico de la literatura alemana de la segunda mitad del siglo XVIII. El desarrollo de los adolescentes, desde su perspectiva, se da por saltos y es menos gradual en relación con el de los niños. Sus esperanzas en el adolescente lo llevaron a formular algunas ideas pedagógicas acerca de la orientación que deberían tener las escuelas para los estudiantes que atraviesan esta etapa de la vida.



Las dificultades que representa el estudio de los adolescentes, obligaron a los investigadores posteriores a Hall a precisar sus técnicas de investigación para explicarse esa etapa de la vida humana. Este avance en cuanto a la metodología tuvo como consecuencia la contrastación de las ideas de Hall con los nuevos descubrimientos acerca de los jóvenes, sobre todo desde la antropología, que cuestionaron algunos de los rasgos propuestos por él sobre la etapa adolescente.



El gran legado de Stanley Hall, que se aprecia en el análisis de su obra, explica la fuerza de sus aportaciones como el origen del estudio sistemático de los adolescentes y la necesidad de revisar la orientación que deberían tener las escuelas para atenderlos, conociendo ampliamente sus necesidades. Con el paso de los años sus ideas fueron perdiendo interés para otros investigadores y en la actualidad no se le menciona como una figura central en la educación de los jóvenes ni en el desarrollo de la psicología educacional. Sin embargo, por ser un pionero del estudio científico de la niñez y de la juventud y por su capacidad organizativa y práctica en la promoción de la psicología, se reconoce su lugar y el valor que tiene el intento de fundar la educación de los niños y los adolescentes en el conocimiento sistemático de las características del desarrollo de los mismos.